¿Estrés y ansiedad en mascotas?  Tipos y pautas de recomendación al propietario

El estrés y la ansiedad en las mascotas son preocupaciones importantes, ya que pueden desencadenar problemas de salud graves e incluso la muerte. Los veterinarios pueden ofrecer valiosas técnicas y consejos para prevenir o reducir estos trastornos, ayudando a nuestras mascotas a enfrentar situaciones estresantes de manera más saludable. 

Al trabajar en conjunto con los profesionales, podemos asegurar una vida más feliz y equilibrada para nuestros fieles compañeros. El bienestar de nuestras mascotas merece nuestra máxima atención y cuidado.

Diferencia entre estrés y ansiedad 

El estrés y la ansiedad en mascotas son dos estados emocionales distintos, aunque a menudo están relacionados. El estrés en las mascotas surge en respuesta a situaciones o eventos desafiantes, como ruidos fuertes o visitas al veterinario, manifestándose con comportamientos temporales como alerta o inquietud. 

Por otro lado, la ansiedad en las mascotas es un estado emocional persistente y crónico, a menudo relacionado con temores irracionales o preocupaciones continuas, como la ansiedad por separación. Las mascotas pueden mostrar síntomas problemáticos como llanto excesivo o comportamientos repetitivos. Ambos requieren atención y manejo adecuados, y en algunos casos, la consulta con un profesional veterinario o especialista en comportamiento animal es fundamental para abordar estos problemas y garantizar el bienestar de la mascota.

Tipos de estrés

El estrés en los animales puede manifestarse en diversas formas y puede clasificarse en varios tipos, incluyendo:

  • Estrés Agudo: Este tipo de estrés ocurre como respuesta a un evento o situación puntual, como un ruido fuerte o una visita al veterinario. Generalmente, es de corta duración y se resuelve una vez que la situación estresante ha pasado.
  • Estrés Crónico: El estrés crónico se desarrolla a lo largo del tiempo debido a situaciones continuas o persistentes, como la falta de estimulación en un entorno, la soledad prolongada o el abuso. Puede tener efectos duraderos en la salud y el bienestar del animal.
  • Estrés Social: Este tipo de estrés se relaciona con interacciones sociales, como la jerarquía en grupos de animales o el aislamiento social. Puede ser común en especies que viven en manadas o grupos sociales.
  • Estrés Ambiental: Se refiere a situaciones relacionadas con el entorno físico del animal, como cambios en la temperatura, iluminación inadecuada o condiciones de vida insalubres. Estos factores pueden generar estrés crónico si no se abordan.
  • Estrés de Separación: Ocurre cuando un animal se siente ansioso o estresado debido a la separación de su dueño o compañero animal. Puede manifestarse a través de comportamientos destructivos, ladridos excesivos o ansiedad.
  • Estrés Alimentario: Relacionado con la alimentación, puede manifestarse cuando un animal no recibe una dieta adecuada o cuando hay cambios bruscos en su alimentación.
  • Estrés por Trauma: Este tipo de estrés se produce después de un evento traumático, como un accidente, una lesión o el maltrato. Puede requerir atención veterinaria y apoyo emocional.

Consecuencias del estrés y la ansiedad en las mascotas

A menudo, nos resulta difícil identificar cuando un animal está experimentando estrés o ansiedad. Ignoramos signos que reflejan su estado interno, como la agitación constante o el perseguir la cola sin descanso, simplemente porque nos hemos acostumbrado a estas conductas. 

En el caso de los perros, existen varios indicadores de ansiedad y estrés:

  • Montar a otros perros o personas, incluso si han sido castrados.
  • Mostrar irritación, gruñir o enseñar los dientes.
  • Ladrar de forma excesiva, aullar o gemir.
  • Pérdida de apetito o falta de interés por la comida y las recompensas.
  • Comportamiento excesivamente sumiso.
  • Problemas dermatológicos.
  • Pérdida de pelo y caspa (ya sea de manera crónica u ocasional).
  • Respiración agitada.
  • Intranquilidad general.
  • Rascarse o lamerse de forma compulsiva.
  • Micción o defecación en exceso.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Autolesiones.
  • Desarrollo de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
  • Comportamiento agresivo.

Por su parte, en los gatos, las señales de ansiedad y estrés más comunes son:

  • Hacer sus necesidades fuera de la caja de arena.
  • Pupilas dilatadas.
  • Cuerpo rígido y encorvado.
  • Orejas plegadas hacia los lados o hacia abajo.
  • Movimientos de la cola excesivos.
  • Vocalizaciones fuera de contexto.

Cómo podemos ayudar a nuestra mascota

Para ayudar a nuestras mascotas que experimentan estrés o ansiedad, es esencial identificar las posibles causas de su malestar en función de su estilo de vida y entorno. En el caso de perros, esto implica considerar aspectos como su actividad física, interacciones en el hogar, adiestramiento y espacio vital. 

En gatos, se debe prestar atención a la estimulación ambiental y las relaciones con otros gatos y humanos. Una vez identificado el problema, se pueden explorar soluciones como la musicoterapia o el “doga”, aunque siempre se debe consultar con un especialista en caso de necesitar un tratamiento más específico, como la administración de fármacos, que, aunque no resuelven el problema, pueden proporcionar un período de mayor tranquilidad que facilite el abordaje de las causas subyacentes del estrés o la ansiedad de la mascota.

Conclusiones

El estrés y la ansiedad en las mascotas son preocupaciones significativas debido a sus posibles efectos graves en la salud y el bienestar de los animales. Los veterinarios ofrecen valiosas técnicas y consejos para abordar estos trastornos y mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas. Identificar y tratar las causas subyacentes es esencial, y existen diversos tipos de estrés que requieren atención específica. En última instancia, nuestro compromiso con el bienestar de nuestras mascotas es fundamental para garantizar una vida más feliz y equilibrada para ellas.

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